Pero, ¿qué implica cada uno de estos niveles? De eso voy a ocuparme ahora:
- Sustituir: en este nivel, el uso que se le da a la tecnología es el de un simple sustituto, sin un cambio funcional. Se realizan actividades que podían ser llevadas a cabo antes, pero se lo hace mediante la tecnología; solamente se cambia el medio incorporando la tecnología.
- Aumentar: en este nivel, a pesar de que continúa implicando una sustitución directa, se observa una mejora funcional, provista por las nuevas herramientas que ofrecen los medios digitales. Si bien, aún no supone un cambio en las actividades, sí permite una participación más activa de los estudiantes.
- Modificar: en este nivel ya es posible hablar de un verdadero cambio en las actividades de clase. De esta manera, el docente debería adaptar las actividades a los medios tecnológicos disponibles para poder aprovechar la mejora funcional que estos suponen.
- Redefinir: en este nivel, las TIC permiten ya crear actividades totalmente novedosas y que serían imposibles sin ellas. En este punto, el docente debe plantearse qué son estas nuevas actividades y cómo pueden llevarse a cabo, además del provecho que se les podría sacar y si serían realmente útiles para cumplir los objetivos buscados.
Por último, me parece pertinente concluir esta breve explicación con una última agrupación posible para estos niveles de aplicación de las TIC. Los primeros dos niveles (sustituir;aumentar) pueden ser considerados como estadios de mejora, puesto que a pesar de la novedad, el trabajo en el aula continúa siendo, básicamente, el mismo. Por el contrario, los dos últimos (modificar;redefinir) son niveles de transformación, ya que introducen, en mayor o menor medida, actividades antes ausentes en el ámbito educativo.
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